Conocido en ocasiones como ‘carnosidad’, es un crecimiento benigno, pero desorganizado de la capa más externa del ojo, llamada conjuntiva. Este aumento anormal del tamaño involucra uno o ambos ojos. El pterigión es un área elevada de tejido blanquecino con vasos sanguíneos.
PTERIGIÓN
¿QUÉ ES?
SÍNTOMAS
Generalmente no produce síntomas, pero al inflamarse se enrojece y produce molestias como:
- Ardor.
- Lagrimeo.
- Sensación de arena en el ojo.
FACTORES DE RIESGO
La causa del pterigión es desconocida, aunque se presenta comúnmente en personas que trabajan al aire libre con exposición importante a la luz solar y al viento. Los factores que aumentan la probabilidad de desarrollarlo incluyen exponerse a áreas soleadas, con mucho viento, polvo o arena. Gente dedicada a la pesca o al campo lo padecen con mayor frecuencia. Este problema es muy raro en niños.
DIAGNÓSTICO
Puede detectarse a través de exámenes por el oftalmólogo.
- Prueba de agudeza visual.
- Examen ocular en el biomicroscopio, que permite ver el pterigión en cualquier etapa.
TRATAMIENTO
En la mayoría de los pacientes se recomienda un tratamiento conservador. Esto quiere decir que pueden utilizarse lubricantes oculares (‘lágrimas artificiales’) para reducir las molestias.
Cuando hay inflamación asociada, también se recomienda un antiinflamatorio en forma de gotas.
Generalmente son tres las situaciones que requerir operación:
- Cuando el pterigión ha crecido sobre la córnea de tal manera que obstruye la visión o produce un tipo de graduación llamada astigmatismo. La cirugía puede mejorar la claridad de la córnea y limitar la cantidad del astigmatismo.
- Cuando es cosméticamente inaceptable. La intervención reduce el tamaño y lo abultado del pterigión, aunque la eliminación completa generalmente no es posible.
- Cuando el pterigión provoca molestias excesivas, tales como ardor y sensación de cuerpo extraño. La operación mejora los síntomas, pero algunos irritativos pueden persistir.
La cirugía es ambulatoria y se emplea anestesia local. Se retira el pterigión y se realiza un autoinjerto de conjuntiva.
La operación es la única manera de retirar un pterigión; sin embargo, aun con técnicas modernas, puede volver a desarrollarse. Es por este motivo que la cirugía generalmente no se recomienda, a menos de que el pterigión esté causando daños significativos.
Fuente: American Academy of Ophthalmology