¿QUÉ ES?
Es una lesión o colapso de la mácula, que es una pequeña área en la retina (un tejido sensible a la luz que recubre la parte posterior del ojo). La mácula es la parte de la retina responsable de la visión central, la cual permite ver claramente detalles finos.
Mucha gente mayor desarrolla degeneración macular como parte del proceso natural de envejecimiento del cuerpo. Existen diferentes tipos de problemas maculares, aunque el más común es la degeneración macular relacionada con la edad.
SÍNTOMAS
Señales y síntomas de la degeneración macular seca:
• Visión borrosa a distancia y/o durante la lectura.
• Necesidad de luz más brillante para ver de cerca.
• Los colores parecen menos intensos.
• Visión nublada.
• Dificultad para ver cuando hay transición de luz brillante a baja.
• Dificultad o incapacidad de reconocer los rostros de la gente.
• Manchas o áreas borrosas en la visión central.
Señales y síntomas de la degeneración macular húmeda:
• Visión distorsionada; las líneas rectas aparentan ser onduladas, torcidas o irregulares.
• Presencia de manchas oscuras de color gris o puntos en la visión.
• Pérdida de la visión central.
• El tamaño de los objetos aparenta ser diferente en cada ojo.
• Los colores pierden su brillo o no tienen el mismo aspecto en cada ojo.
Los síntomas de la degeneración macular húmeda, por lo general, aparecen y empeoran rápidamente.
FACTORES DE RIESGO
Hereditario
La herencia es un factor de riesgo para desarrollar degeneración macular. Las personas con un familiar cercano que sufre la enfermedad tienen más probabilidades de contraerla.
Inflamación y degeneración macular
Algunos estudios han demostrado que la inflamación juega un papel importante en la evolución de la degeneración macular. Esta alteración es la forma en que el sistema inmunológico combate infecciones u otros elementos que considere como invasores. Sin embargo, una inflamación asociada con un sistema inmunológico hiperactivo puede ser un factor de riesgo para padecer degeneración macular.
Tabaquismo, presión arterial alta y colesterol anormal
Fumar y tener la presión arterial alta (hipertensión) están asociados con la degeneración macular húmeda. Algunas investigaciones sugieren que también puede existir un vínculo entre la obesidad y los estados tempranos e intermedios de degeneración macular, cuya combinación influye en el desarrollo de una degeneración macular húmeda.
TIPOS
Degeneración macular seca o atrófica (llamada también no neovascular)
Esta condición es causada por el envejecimiento y adelgazamiento de los tejidos de la mácula. Por lo general, la degeneración macular comienza cuando unas partículas de proteínas grasosas (drusas), que pueden ser amarillas o blancas, se forman por debajo de la retina. Eventualmente, la mácula puede hacerse más delgada y dejar de funcionar correctamente.
Con una degeneración macular seca, la pérdida de la visión suele ser gradual. Quienes desarrollan una degeneración macular seca deben hacer un seguimiento cuidadoso y constante de su visión central.
Degeneración macular húmeda o exudativa (también llamada neovascular)
Alrededor de un 10 por ciento de las personas que padecen degeneración macular tienen la forma húmeda. Esta provoca más daño a la visión central o detallada que la seca.
La degeneración macular húmeda ocurre cuando hay un crecimiento de vasos sanguíneos anormales por debajo de la retina. Este incremento de vasos se llama neovascularización coroidea (NVC), ya que crecen en la membrana llamada coroides. Los nuevos vasos sanguíneos pueden tener fugas de líquido o sangre, causando visión borrosa o una visión central distorsionada. Además, si el aumento de vasos anormales ocurre en un ojo, existe el riesgo de que lo mismo ocurra en el otro. Mientras más temprano se diagnostique la degeneración macular húmeda, más posibilidades hay de preservar algo o gran parte de la visión central.
DIAGNÓSTICO
Muchas personas no saben que tienen un problema macular hasta que perciben que su visión es borrosa o distorsionada. Exámenes de los ojos, realizados con regularidad por un oftalmólogo, ayudan a detectar problemas o estados primarios de la degeneración macular, antes de que puedan notarse.
Degeneración macular seca: Detección con un oftalmoscopio
El oftalmólogo dilatará tus pupilas con gotas y examinará los ojos con un oftalmoscopio, aparato que permite ver la retina y otras áreas en la parte posterior del ojo. Si se detecta degeneración macular, el médico puede indicar el uso de una cuadrícula de Amsler para establecer síntomas de la misma, tales como zonas onduladas, borrosas u oscuras en áreas de la visión.
Degeneración macular húmeda: Detección a través de angiografía con fluoresceína y tomografía de coherencia óptica
El especialista tomará unas fotografías especiales del ojo por medio de una angiografía con fluoresceína y una tomografía de coherencia óptica (TCO), que es una herramienta sofisticada y precisa que detecta los vasos sanguíneos anormales mediante la creación de una imagen especial de la mácula.
TRATAMIENTO
Desafortunadamente, aún no existe un tratamiento aprobado para la degeneración macular seca. Sin embargo, un estudio científico ha demostrado que las vitaminas antioxidantes y el zinc reducen el impacto de la degeneración macular en algunas personas, ayudando a hacer más lenta su progresión hacia etapas avanzadas.
Los suplementos nutricionales que resultaron ser beneficiosos, contienen: vitamina C - 500 mg, vitamina E - 400 UI, luteína - 10 mg, zeaxantina - 2 mg, óxido de zinc - 80 mg y cobre (óxido de cobre) - 2 mg.
Fuente: American Academy of Ophthalmology