Parte importante de la actividad del servicio de retina está enfocada en los niños. En el Sistema Nacional de Salud mexicano no se cuenta con la infraestructura para ofrecer un estudio completo de las enfermedades de la retina en pacientes pediátricos, nuestra población más vulnerable.
Es erróneo simplemente decir que un niño o una niña ve mal “porque su retina está mal formada”. Y es que la retinopatía del prematuro, que es por mucho la enfermedad más frecuente, afecta a los más pequeños. Este trastorno es la causa número uno de ceguera en nuestro país; afortunadamente, es cien por ciento prevenible si se diagnostica y trata a tiempo. Sin embargo, no solo existe este padecimiento, también hay otros por causas genéticas, traumáticas (golpes o por trabajo de parto, por ejemplo), secundarias a enfermedades sistémicas (diabetes, cáncer) y por graduaciones extremas, entre otras.